Aunque cada empresa es libre de definir sus propios programas y
requisitos de capacitación para sus empleados, es un hecho que el grado de
capacitación y experiencia que tenga el personal del proveedor asegura al
cliente la confiabilidad de los procesos requeridos.
Esta situación es
especialmente importante cuando se subcontratan procesos especiales cuyos
resultados no pueden verificarse por inspecciones y pruebas, sin que se
sustenten en la seguridad de que el personal que realizará esos procesos está
capacitado para hacerlo con eficacia y eficiencia.
La evaluación de la
capacitación y experiencia del proveedor no debe considerarse una intromisión;
sino una actividad indispensable para asegurar la calidad de un producto o
servicio, así como el primer paso en el establecimiento de programas de
colaboración mutua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario